Bueno me levanté hoy a las 10 de la manhana me di una ducha, me vestí y me preparé para ir a desayunar y salir luego luego dirección Francia a Hendaye. Ya con mochila en el hombro, un libro, agua, un turrón de coco, cámara fotográfica y mi fiel companhero mi MP3.
Ya estando abajo en el hotel preparando mi tecito de manzanilla agarrando unos jamones y queso de cabra se me acerca un chiquillo de unos 9-12 anhitos y no alcanzaba la mesa donde estaban los quesos y jamones. Me dice en Frances "vou ru ju quién sabe que chingado" yo le respondo en inglés. Amigo lo siento mucho yo no hablo francés y lo ignoré seguí sirviendome un croissant y agarrando lo que iba a comer.
Viene la madre de este "chaval" y me empieza a decir cosas en Francés " renault, citröen, champagne y quién sabe cuanta cosa más" Le respondí amablemente a la senhora esta , senhora habla espanhol???? Y parecio que metí el pinche dedo en la llaga su francés levantó el tono y me terminó con "le pute" conho de la madre pinche francesa hija de la chingada te voy a cagar pero de lo grande.... Le respondí en alemán ya también ya ofendiendole porque la pinche vieja ya me ofendio y no me voy a dejar ofender por una vieja de esas..... "Schlampe lass mich in ruhe, leck mich am arsch un verpisst dich" conho si no hablas alemán y te dicen eso carajo creo que voy a comprarme dos gruesas de cigarros FARO y me quito la vida fumando uno tras de otro hasta que me muera de cáncer de pulmones.
La pinche vieja termina diciendome NAZI....jajajajajajajaajajajajajajaajajajaja..... Luego se va y le reclama al conserje. Un portugues muy amable. Agarre mi tableta con el desayuno me senté en la otra punta y me puse a desayunar ya de mal humor mi día había empezado con una discusión. Termino de desayunar le hago un ojito a la senhora y me acerco al conserje y le pregunto que demonios le paso a la vieja y me dijo que porque no le quise dar el jamón a su hijo....
Jajajjajajajajajajajajaja y ahora resulta que yo entiendo francés en una ciudad medio espanhola y tengo que estar siviendo jambon a un chiquillo llorón y marica. Chinga tu madre. Me reí con el conserje y me fuí con el tranvía a Francia.
Cruzé la frontera con el tranvia y empezé a caminar buscando un lugar tranquilo donde poder sentarme y ponerme a leer. Quería mirar el agua, escuchar el sonido del choque de las olas con el muelle quería estar solo, quería mi tiempo, quería aprovechar al máximo ese contacto con la naturaleza y ese silencio, paz y tranquilidad que hace mucho mucho tiempo no lo tengo.
Caminé, caminé y caminé y encontré el lugar perfecto.
Preciosa vista a la rivera tranquilidad total, las olas golpeaban no solo el muelle sino que también los barquitos que estaban ahí enfrente, un pescador a unos 200 metros de distancia.
Empecé a leer hasta que empezó a llover suavecito, cerré el libro, me puse a pensar en mil y un cosas, a disfrutar ese contacto espléndido con la naturaleza, me di cuenta que ese tiempo hace mucho mucho tiempo lo estaba necesitando, esa paz, ese momento tuyo, lejos de la tecnología, lejos de los autos, ruidos cotidianos lejos de las personas lejos de todo.
Escuche a lado mio como una paloma coja se posó casi casi en mi hombro estaba gorda podía vivir con tan solo una pata, hicieron que nuevamente empezara a pensar en mil y un cosas.
Ese momento lo estaba disfrutando pero de verdad....
la paloma coja cada vez se acercaba más a mi parecía leer mis pensamientos; hasta que la muy desgraciada se da vueltas y me caga en la mochila maldita infeliz ojalá haga mucho frio este anho y te mueras de frio. Le deseé lo peor la maldecí peor que a la francesa por haberme "cagado" el momento y la mochila.
Enojado limpie la mochila, agarré mis cosas empecé a caminar dirección el puente que separa un país del otro. Y con la rabia encima me dije.
Los franceses y las palomas francesas no me caen.
Llegué al hotel y decidí hoy ya no salir.
Dentro de un rato cuando llegue mi mesera favorita le voy a pedir que me de una cerveza voy a matar el tiempo, porque estar lejos de tu casa, lejos de tu familia es lo peor que te puede pasar.
Una semana ya lo dejé detrás. Una semana más me falta y me esperan en mi casa y la soledad, la anhoranza lo empaco en la mochila para la siguiente vez.
El mundo nuestro nos ofrece tantas cosas y hay veces que tan poco lo valoramos.
Bueno ya me voy porque si empiezo de vuelta a escribir ya no paro más.
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