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viernes, 27 de junio de 2008

Hipócritas.


Ayer estaba fumandome un cigarrillo afuera de la oficina hablando de cosas de la vida y cosas sin sentido alguno. Llego una compañera de trabajo con una persona creo que era alguien del seguro o algo por el estilo. Con una sonrisa de oreja a oreja hablando de quién sabe que cosas. No le presté mucha importancia parecía el tema de conversación muy amena entre ellos. Hasta que ella le acompaño a la salida a este personaje.
Volvio donde estabamos y empezó a maldecir contra esta persona, diciendo que son unos interesados, que esto y que lo otro y cuanta cosa más.
Solo me dije cuanta hipocresía, fingir una sonrisa y que estás a gusto con una persona cuando no es asi, cuando la verdad de la milanesa es totalmente otra.
Me quedé pensando por bastante tiempo después y me di cuenta que el ser humano es tan hipócrita, cuantas veces no hemos fingido una sonrisa con alguna tía desagradable que porque nuestros padres nos obligaron a que le saludemos, cuántas veces hemos hablando con clientes y dado toda la razón y cortamos el teléfono o seguimos nuestro camino y empezamos a maldecir y decir cuantas barbaridades dijimos contra esa persona y no sabemos que dice la otra persona de nosotros tampoco.
A medida que pasa el tiempo cada vez se pone peor. Porqué?
Simple cuando niños no queríamos hacer algo y obligados nos mandaban a saludar a alguien y le saludabamos solo porque estabamos obligados pero lo saludabamos con una cara de pocos amigos pasando el tiempo empezamos a fingir la maldita sonrisa y saludamos "con gusto".
Nos invitan a la casa unos amigos y decimos que linda está tu casa y que esto o lo otro ni bien salimos de ahí de vuelta y empezamos a criticar que el color de la pared, que ese sofa tan feo y que esto y que lo otro.
Nos invitan a una fiesta y le decimos que linda está tu fiesta bien decorado y se come muy rico. Salimos de ahí y empezamos de vuelta que la comida era horrible, que la bebida estaba caliente, que el vestido de fulanita y que menganita y de vuelta con la misma cosa.
Qué hipócritas somos!!!!
No digo que seamos siempre pero la mayoría de la veces sí y en especial se presenta este fenómeno en la vida laboral. Donde por el cliente somos capaces de hasta vender nuestra propia alma.
Maldita hipocresía. como se dice en el populi doble cara.

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